jueves, 19 de noviembre de 2020

BIOGRAFIA DE AUGUSTE COMTE

BIOGRAFIA DE AUGUSTE COMTE

Pensador francés, fundador del positivismo y de la sociología. Como todos los grandes movimientos espirituales, el positivismo no se deja fácilmente encasillar en las etiquetas de una definición estricta y precisa.

Biografía
Rompiendo con la tradición católica y monárquica de su familia, Augusto Comte se orientó durante la época de la Restauración hacia el agnosticismo y las ideas revolucionarias. Después de una primera juventud cerrada y rebelde, ingresó en 1814 en la Escuela Politécnica de París, donde, en contacto con las ciencias exactas y la ingeniería, se sintió atraído fuertemente, junto con muchos compañeros de escuela, hacia aquella especie de "revolución de los técnicos" que iba predicando el Conde de Saint-Simon. Disuelta la Escuela Politécnica por el gobierno reaccionario de 1816, Comte, contra la opinión de sus padres, permaneció en París para completar sus estudios de forma autodidacta, ganándose el sustento con clases particulares de matemáticas, que durante casi todo el resto de su vida fueron su fuente principal de ingresos. Desde 1817 se vinculó a Saint-Simon, para el cual trabajó de secretario hasta su ruptura en 1824.

Ese año un trabajo de Comte fue reprobado por su maestro. La publicación por su cuenta de aquella obra le granjeó la amistad y aprecio de numerosos historiadores, políticos y científicos , sintiéndose Comte estimulado para emprender su gran obra, aquella enciclopedia de las ciencias positivas que sería luego el Curso de filosofía positiva . Ya repuesto, Comte concentró sus energías en el Curso de filosofía positiva . Habiendo apreciado, bajo la influencia de Saint-Simon, la urgencia del problema social, Comte consagró su esfuerzo a concebir un modo de resolverlo, cerrando la crisis abierta por la Revolución Francesa y sus consecuencias.

Augusto Comte
Contra la libertad de pensamiento, origen de la anarquía moral que atribuía a la Revolución, no oponía el dogma religioso o los principios de la tradición, sino la «ciencia positiva» que, al atenerse a los hechos tal como son, proporcionaba según Comte el único punto de apoyo sobre el que se podría edificar un futuro de «orden y progreso». Esta vida agitada, la constante concentración mental, el empeoramiento de las relaciones con su esposa, que terminaron con la separación , y finalmente un nuevo amor senil y compartido sólo a medias por Clotilde Devaux, originaron hacia 1845 una nueva crisis mental, cuyos efectos se advierten en sus últimas obras, el Sistema de política positiva y el Catecismo Positivista . Esta última, en la que expuso el evangelio de la nueva religión positivista de la humanidad, ofrece matices desconcertantes en muchos aspectos y en su lenguaje. Para fomentar el nuevo espíritu positivista había fundado también, en 1845, una especie de cenáculo en el que se reunían amigos y discípulos, pero este heraldo de la filosofía científica contemporánea había perdido por entonces todo contacto con la ciencia viva de su tiempo, concentrado sólo en sus meditaciones subjetivas.

Con todo, lo mejor de su pensamiento, reflejado en el célebre Curso de filosofía positiva , estaba destinado a ejercer una gran influencia sobre las más diversas ramas del conocimiento y sobre corrientes políticas diversas .

El positivismo

Augusto Comte tomó el término positivismo del que había sido su maestro, Saint-Simon, responsable de su acuñación a partir de la expresión "ciencia positiva", aparecida en el siglo XVIII. Aunque se entiende el positivismo como filosofía contrapuesta al idealismo y, en particular, a la figura de Hegel , positivismo e idealismo hegeliano tienen puntos en común. Como Kant, Comte cree inalcanzable el objeto de la metafísica porque el saber humano no puede ir más allá de la experiencia, y, al igual que Hegel, aborda la concepción de la historia universal como un proceso unitario, evolutivo y enriquecedor.

La filosofía positivista
Inducido por el propósito de mostrar que la tendencia que sigue la filosofía es la de acabar siendo absorbida por la ciencia, Augusto Comte enfocó su estudio hacia el conocimiento de los hechos y de la sociedad, prescindiendo de cualquier tipo de anteposición de doctrina filosófica alguna. El positivismo de Comte es un discurso complejo que comprende al menos una teoría sobre el conocimiento, una interpretación sobre el sentido de la historia y una posición política ante la sociedad. En cuanto a lo primero, el positivismo afirma que, en sentido estricto, el conocimiento lo es sólo de datos verificables o "hechos" y que todo conocimiento, además de cierto y sistemático, ha de ser útil, es decir, ha de traducirse no en teorías, sino en un aumento de la capacidad de control e intervención tecnológica sobre los fenómenos. Lo que caracteriza el advenimiento de una ciencia es el paso de una explicación teológica , o bien metafísica , a una explicación positiva.

En cuanto a la historia, Augusto Comte considera que la humanidad progresa hacia el bienestar y la felicidad generales, poniendo el desarrollo científico y tecnológico como motor y meta de ese proceso. Es la llamada ley de los tres estados, según la cual la humanidad había ya pasado por dos etapas, denominadas por el propio Comte "teológica" y "metafísica". En sus últimos años, sin embargo, Comte estableció una síntesis subjetiva de sus planteamientos anteriores resumida en el concepto de "religión de la humanidad", duramente criticada por su discípulo Émile Littré por considerarla una vuelta al espíritu teológico. Por último, el positivismo de Comte entiende los problemas sociales como desórdenes orgánicos del sistema y propone como solución reformas que integren funcionalmente a todos los miembros de la sociedad, a la humanidad entera.

Comte considera que el progreso social es paralelo al desarrollo de las ciencias positivas, advirtiendo en las ciencias una relación inversamente proporcional entre el grado de complejidad y el ámbito de aplicación. Así, la primera ciencia serían las matemáticas, aplicables a todos los campos, pero de complejidad reducida. El objetivo último de la sociología sería controlar el sistema social estableciendo de manera positiva y útil relaciones entre sus diversos fenómenos.

La sociología
Por las ideas contenidas en el párrafo anterior se considera a Augusto Comte el fundador de la sociología. Para Comte, la creación de una sociología independiente está dirigida por la ley de la evolución del espíritu humano. Comte imaginaba esta sociología aún no constituida como una "física de las costumbres" o "física social" que descubriría las leyes de las asociaciones humanas y permitiría formular una reforma práctica de la sociedad, regulando su destino ético y político. Comte entiende la sociología como ciencia de los hechos humanos, y, a tenor de lo ya expuesto, es evidente que los hechos humanos se inscriben en la historia.

Estudiarlos desde el punto de vista de su evolución es estudiar la dinámica social. Esta rama de la sociología encierra la ley del progreso de la humanidad, es decir, la ley de los tres estados que constituye la filosofía de la historia de Comte, en la cual el estado político está condicionado por el estado intelectual y por las creencias de una época. Así, el desorden de las mentes que culminó en la Revolución Francesa se había venido preparando desde que, en el siglo XIV, se inició la decadencia del poder espiritual. Una época orgánica se extingue mientras otra se prepara.

No la providencia , sino el descubrimiento positivo de que todo individuo sólo es lo que es por referencia a una vasta totalidad, la humanidad.

Su influencia

El positivismo se extendió por toda Europa en vida de Comte y después de su fallecimiento. Más especulativo, pero entusiasta del progreso como Comte, fue el positivismo de Herbert Spencer , convencido defensor de la aplicación del evolucionismo de Charles Darwin a la vida social.

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